El reparto arbitrario de los fondos a las provincias derivó en una presentación de la senadora rionegrina Magdalena Odarda ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la xenofobia y el Racismo (Inadi).

Odarda fue candidata a gobernadora de Río Negro por la Coalición Cívica y enfrentó a Miguel Pichetto y al actual mandatario Alberto Weretilneck, quien finalmente obtuvo la reelección.

Pero la cercanía de Pichetto al Gobierno nacional le jugó una mala pasada a Weretilneck: Cristina Kirchner no lo incluyó en un el último programa de desendeudamiento y lo obligó a desembolsar 56 millones de pesos extras.

Se trata de un viejo esquema de extorsión que Cristina aplicó al máximo y consiste en prorrogar la deuda de las provincias sólo si los gobernadores cumplen sus deseos.

Es un pasivo que proviene de los salvatajes de la crisis de 2001 y le permite a la presidenta cobrarlo con un descuento automático de la coparticipación federal.

Como las condonaciones son trimestrales, cualquier conducta inapropiada les cuesta cara a los mandatarios y no tienen cómo y dónde reclamar.

Le pasó el año pasado a los gobernadores de las provincias petroleras que rechazaron la nueva ley de hidrocarburos y tuvieron varios meses con menos presupuesto.

Y ahora a Weretilneck, quien además debió tolerar el reclamo de los productores frutihortícolas por la falta de mercados. Tuvo la habilidad de trasladarle la responsabilidad a la Nación y consolidar su triunfo por 20 puntos ante Pichetto.

Odarda lo apoyó en su reclamo y fue al Inadi. “La negativa del Gobierno nacional de firmar un acuerdo de renegociación de la deuda que tiene Río Negro, deja a las claras la actitud discriminatoria con el Gobierno y con todos los ciudadanos rionegrinos. Atenta con el principio de igualdad ante la ley y el derecho que tiene la provincia de regularizar su deuda como cualquier otra provincia”, fundamentó Odarda en su escrito ante el Inadi.

“El Gobierno marca diferencias entre las provincias, las que son fieles a su gestión tienen un trato especial, las que no se disciplinan sufren el escarmiento. Estamos ante un gobierno que demuestra discriminación y totalitarismo en su accionar”, aseguró.

Para la senadora el Estado le debe a la Provincia. “Solo por el impuesto al cheque liquidado en forma insuficiente para las provincias, el 15 por ciento que va al ANSES (y que debería volver a las provincias), los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) retenidos, la cuenta llega a casi 500.000 millones, que solo en esos ítems corresponden a las provincias en total”.

“Aplicándole el coeficiente de 2,4 por ciento de coparticipación secundaria que le corresponde a Río Negro, el monto equivale nada menos que a 10.000 millones en diez años, que fueron retenidos por Nación en detrimento de las arcas provinciales”, concluyó.